Inframundo es una palabra que tiende a identificarse con un contexto obscuro. Podrían algunos de mis cultos lectores incluso creer que uso la palabra en mi pseudónimo porque formo parte del estereotipo de persona sociópata que viste siempre de negro. Sociópata y misántropa sí soy, pero me gusta vestir con colores pastel. En fin.
Sobra
decir que Inframundo no tiene nada que ver con Infierno. Infierno es la
velocidad del internet de los hoteles mexicanos, que por culpa de eso estoy
postergando mi siguiente análisis, en el cual planeo escribir sobre el cuento
El soldado y la muerte, de Aleksandr Nikoláyevich Afanásiev, hasta ahora
mi favorito y comparar algunos detalles de ese relato con el no menos
apasionante escrito de Macario de Bruno Traven.
Debido a que en este momento, cada vículo en el que hago click tarda lo mismo en abrirse que el gobierno en darle cárcel a un político corrupto, he decidido dar paso a una explicación breve de la palabra "Inframundo".
Yo aprendí con más precisión a qué se refiere esta palabra y a identificar su aparición en el mundo de los cuentos clásicos aunque ni siquiera aparezca la palabra Inframundo en un cuento, gracias a un libro llamdo "Rituales de los cuentos clásicos" de Kenny Klein que recomiendo muchísimo sobre todo por la explicación que da sobre cuentos que aquí no voy a tocar ni de coña como dirían los españoles, por ser los más mainstream.
Lo que aprendí fue que el Inframundo en el mundo de los cuentos, es esa parte mágica de los mismos. Simple, todo lo mágico que haya en un cuento, proviene del Inframundo. Inframundo, con el prefijo infra, que significa, inferior, o por debajo de, y por lo regular puede ser también más allá de si hablamos meramente de lo que hay después de la muerte. En la mitología griega, el Inframundo son los lugares debajo de nuestro mundo a los que las personas y otros seres van cuando mueren, ya sea Tartarus, un equivalente al Infierno, en donde han de tener contratado Infinitum como su proveedor de cabecera y Los Campos Elíseos, algo similar al cielo, o sea, un lugar con wi-fi gratis de 4000 mb de velocidad y capuccino, mucho cappucino. Como pueden ver, esa cuestión del cielo y el infierno es muy subjetiva.
Cuando un personaje en un cuento tiene una vida normal, y de repente realiza un viaje y se topa con cosas fuera de lo cotidiano, cosas mágicas, el personaje esta viajando por el Inframundo. Cuando un personaje se encuentra con un objeto con ciertas propiedades poco comunes, el objeto proviene del Inframundo. Ejemplos: cuando Juan sin miedo realiza su viaje para conocer el miedo, los lugares que recorre son el Inframundo o parte de él. La verdura "rapún" que no podía dejar de comer la mamá de Rapunzel cuando estaba embarazada de ella, es una verdura del Inframundo. La ayuda que Cenicienta recibe en el cuento, proviene del Inframundo, etcétra. Cuando dormimos, visitamos el Inframundo.
El Inframundo bien puede ser esa parte de nosotros que duerme mientras nosotros estamos despiertos, o puede ser un lugar al que se puede llegar en otro estado de consciencia. En los cuentos clásicos, por lo regular, para que se desarrolle la trama, los personajes pueden provenir del Inframundo para visitar el nuestro causando un cierto conflicto, como La Sirenita, aunque ahí el conflicto se lo causó ella, o un personaje de nuestro mundo puede por alguna razón o por otra visitar el Inframundo causando un conflicto ahí. Hay muchos ejemplos. Cuando les hablé de la sangre en el cuento de La Sirenita, y les mencioné que el sacrificio de sangre era un elemento muy común en muchas historias no sólo clásicas sino también contemporáneas, olvidé mencionar un detalle. El sacrificio de sangre por lo regular se usa para abrir un portal hacia el Inframundo. En el cuento de La Sirenita, era necesario que ella matara al príncipe para poder abrirse camino de regreso al Inframundo. Los que vieron la película El laberinto del fauno recuerden el final. En Blancanieves de hecho, cuando las tres gotas de sangre de la reina son derramadas sobre la nieve (el tres es otro elemento muy repetido en los cuentos) esto abre paso a que venga un ser del Inframundo, que es Blancanieves. Si leen el libro que les comenté anteriormente, ahí se les explicará el porqué Blancanieves es un ser del Inframundo y no meramente humana.
Por el momento me despido, porque esta cosa que tengo por netbook no tiene word y me da miedo seguir cometiendo más errores y/o horrores de ortografía sin tener cómo revisarlos. Esperen mis próximas entradas de El Soldado y la Muerte, Juan sin Miedo y una muy especial con la cual sé que muchos van a acordarse de mi mamá: Nietzsche, esa basura.
¡Hasta la otra!
P.D. El botón de justificar tampoco funciona desde donde estoy. Por lo tanto deduzco también que el infierno tiene puros procesadores de texto sin corrector ortográfico y sin botón de justificar.
P.D. 2 Si estas leyendo esto y ya está justificado el texto, es porque ya me funcionó el botón y lo edité.
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