¿Por qué escribo “posiblemente” en el título? Porque no es un cuento fácil y se pueden obtener de él un sinnúmero de interpretaciones, por ello, no sé aún si me alcanzará el tiempo entre tantas cosas que tengo en la cabeza para ahondar mucho.
El primer detalle, que al principio me parecía un reto y después se convirtió en un dolor de cabeza, fue el tratar de conseguir (y con toda honestidad a estas alturas creo que he caído en una vulgar adivinación) la fuente de inspiración de Andersen para el cuento mencionado.
Con los demás fue muy fácil, “La Sirenita” tiene una clara inspiración en el relato “Ondina” de Friedrich de la Motte Fouqué y conociendo la biografía de Andersen hay algunos aspectos reflejados en el cuento que tienen que ver con su vida personal como las frustraciones en su vida amorosa y un camino estropeado en el mundo de las artes escénicas, particularmente en el mundo del canto (casi puedo jurar que fue lo que le dolió más).
“El nuevo traje del emperador” ya ni siquiera me parece una “inspiración”, me atrevo a decir que casi es una re-escritura de uno de los cuentos, capítulos, historias o como quiera llamarle la página de internet de su preferencia, de “El Conde Lucanor” del infante Don Juan Manuel, en otras palabras, si el infante Don Juan Manuel y Hans Christian Andersen hubiesen sido contemporáneos, y si para esas fechas los términos “derechos de autor” y “plagio” hubiesen tenido el eco que tienen ahora, Andersen podría haberse metido en un problema gordo, pero afortunadamente no fue así. Ya había yo mencionado, y se menciona en varias partes que la misma idea también la planteó Cervantes en un entremés, pueden leer mi entrada “El nuevo traje del Emperador” si quieren más detalles.
Digo esto porque he leído en algunos blogs que a Andersen lo consideran como el autor de cuentos más original de todos, en comparación con los Hermanos Grimm que hicieron recopilaciones, pero…tan tan original no es. Tiene muchos méritos, pero se inspiró en varias cosas.
Yo, estando en deuda con este blog de cuentos, que para ser justa, es el blog que más visitas tiene, decidí hacer con “La reina de las nieves”, uno de mis cuentos favoritos, lo mismo que con los otros cuentos, analizarlo y darle mi interpretación.
Tratando pues, de encontrar la fuente de inspiración de Andersen para este cuento, me topé con un problema muy grande: No es tan obvia como en los otros cuentos. El caso de “La reina de las nieves” se sirve aparte porque este sí puede ser considerado un cuento original, o al menos, no he encontrado historia que haya servido de inspiración para dicho relato, (si la encuentran por favor me la platican) aunque, por mera casualidad, encontré el personaje que posiblemente (sí, lo confieso, digo “posiblemente” porque ni siquiera estoy segura aunque ciertos elementos me dicen que sí puede ser por ahí) le dio al escritor danés el motor para elaborar las aventuras para llegar al imperio de hielo.
La forma en la que encontré al personaje que pudo, y vuelvo a decirlo, que pudo, porque no estoy 100% segura, dar el concepto de una reina del hielo, es igual o más vulgar que la suposición que estoy haciendo ahora porque por desgracia, la respuesta no me la dio ningún libro, tampoco me la dio el internet, Wikipedia se puso de diva y tampoco me dijo nada, fue una casualidad, y a pesar de haber prometido una entrada de este cuento desde hace mucho, el no encontrar este dichoso origen había hecho que casi decidiera dejar el asunto por la paz (porque conociendo el patrón de inspiración de Andersen, no pudo haberse sacado la idea de la manga), hasta que otro medio, un medio que a todos nos gusta hacer menos, pero que todos usamos aunque lo neguemos, me dio la respuesta: la televisión. Así es, un programa de televisión random mencionó a un personaje y de ahí se me prendió el foquito.
Resulta que el folclor japonés habla de una entidad llamada “Yuki Onna”, que es un espíritu femenino que se aparece en la nieve, y genera tormentas, muy bella, blanca, etcétera, en fin, con características extremadamente similares al personaje regio de hielo creado por Andersen. Es curioso que en ninguna página en la que se hable de Yuki Onna en internet se le vincule con el personaje creado por Andersen, y también me causa conflicto que a pesar de que se habla de un supuesto origen en el “folclor japonés” no se den fechas, de ninguna, de nada, porque el obtener fechas, o el saber más o menos en que siglo se concibió la figura de Yuki Onna me podría haber dado un leve respaldo para deducir que Andersen en alguno de sus viajes oyó hablar de esta entidad, pero no, nada, absolutamente nada.
Otra cuestión que me hace extremadamente difícil asegurar que “La reina de las nieves” fue inspirado en Yuki Onna, es la variedad de versiones que existen sobre la personalidad de esta última, ya que en algunas partes dicen que Yuki Onna es un ser benigno que ayuda a las personas que quedan atrapadas en medio de alguna tormenta, en otras, se dice que Yuki Onna es un ser maligno feminazi secuestra-hombres que mata con besos de hielo, y en otra que nada más se encarga del clima y ya, que ella es la responsable de las tormentas de hielo y es todo, no está claro. Estudiar al personaje de Yuki Onna más a fondo podría ser muy interesante pero me requeriría otros recursos que no me pudo dar el lujo de gastar en estos momentos (sobre todo, el del tiempo).
Es precisamente, en las partes en las que se indica que Yuki Onna mata con besos, o con alientos fríos lo que me hace pensar que sí, que en efecto Andersen tomó algo de este personaje para crear a su reina helada, ya que en algún momento del cuento, cuando la reina “secuestra” a Kay (el niño, que se vuelve malo por otras razones que también requieren interpretación porque son complicaditas) y lo pongo entre comillas porque el niño estaba enamorado de ella y del frío y andaba muy contentito con ella, así que digamos que quizá la palabra “secuestro” pueda no ser la adecuada. La Reina lo besa dos veces, y le dice que si lo besa una tercera vez, lo matará, un rasgo que es atribuido a Yuki Onna.
El primer detalle, que al principio me parecía un reto y después se convirtió en un dolor de cabeza, fue el tratar de conseguir (y con toda honestidad a estas alturas creo que he caído en una vulgar adivinación) la fuente de inspiración de Andersen para el cuento mencionado.
Con los demás fue muy fácil, “La Sirenita” tiene una clara inspiración en el relato “Ondina” de Friedrich de la Motte Fouqué y conociendo la biografía de Andersen hay algunos aspectos reflejados en el cuento que tienen que ver con su vida personal como las frustraciones en su vida amorosa y un camino estropeado en el mundo de las artes escénicas, particularmente en el mundo del canto (casi puedo jurar que fue lo que le dolió más).
“El nuevo traje del emperador” ya ni siquiera me parece una “inspiración”, me atrevo a decir que casi es una re-escritura de uno de los cuentos, capítulos, historias o como quiera llamarle la página de internet de su preferencia, de “El Conde Lucanor” del infante Don Juan Manuel, en otras palabras, si el infante Don Juan Manuel y Hans Christian Andersen hubiesen sido contemporáneos, y si para esas fechas los términos “derechos de autor” y “plagio” hubiesen tenido el eco que tienen ahora, Andersen podría haberse metido en un problema gordo, pero afortunadamente no fue así. Ya había yo mencionado, y se menciona en varias partes que la misma idea también la planteó Cervantes en un entremés, pueden leer mi entrada “El nuevo traje del Emperador” si quieren más detalles.
Digo esto porque he leído en algunos blogs que a Andersen lo consideran como el autor de cuentos más original de todos, en comparación con los Hermanos Grimm que hicieron recopilaciones, pero…tan tan original no es. Tiene muchos méritos, pero se inspiró en varias cosas.
Yo, estando en deuda con este blog de cuentos, que para ser justa, es el blog que más visitas tiene, decidí hacer con “La reina de las nieves”, uno de mis cuentos favoritos, lo mismo que con los otros cuentos, analizarlo y darle mi interpretación.
Tratando pues, de encontrar la fuente de inspiración de Andersen para este cuento, me topé con un problema muy grande: No es tan obvia como en los otros cuentos. El caso de “La reina de las nieves” se sirve aparte porque este sí puede ser considerado un cuento original, o al menos, no he encontrado historia que haya servido de inspiración para dicho relato, (si la encuentran por favor me la platican) aunque, por mera casualidad, encontré el personaje que posiblemente (sí, lo confieso, digo “posiblemente” porque ni siquiera estoy segura aunque ciertos elementos me dicen que sí puede ser por ahí) le dio al escritor danés el motor para elaborar las aventuras para llegar al imperio de hielo.
La forma en la que encontré al personaje que pudo, y vuelvo a decirlo, que pudo, porque no estoy 100% segura, dar el concepto de una reina del hielo, es igual o más vulgar que la suposición que estoy haciendo ahora porque por desgracia, la respuesta no me la dio ningún libro, tampoco me la dio el internet, Wikipedia se puso de diva y tampoco me dijo nada, fue una casualidad, y a pesar de haber prometido una entrada de este cuento desde hace mucho, el no encontrar este dichoso origen había hecho que casi decidiera dejar el asunto por la paz (porque conociendo el patrón de inspiración de Andersen, no pudo haberse sacado la idea de la manga), hasta que otro medio, un medio que a todos nos gusta hacer menos, pero que todos usamos aunque lo neguemos, me dio la respuesta: la televisión. Así es, un programa de televisión random mencionó a un personaje y de ahí se me prendió el foquito.
Resulta que el folclor japonés habla de una entidad llamada “Yuki Onna”, que es un espíritu femenino que se aparece en la nieve, y genera tormentas, muy bella, blanca, etcétera, en fin, con características extremadamente similares al personaje regio de hielo creado por Andersen. Es curioso que en ninguna página en la que se hable de Yuki Onna en internet se le vincule con el personaje creado por Andersen, y también me causa conflicto que a pesar de que se habla de un supuesto origen en el “folclor japonés” no se den fechas, de ninguna, de nada, porque el obtener fechas, o el saber más o menos en que siglo se concibió la figura de Yuki Onna me podría haber dado un leve respaldo para deducir que Andersen en alguno de sus viajes oyó hablar de esta entidad, pero no, nada, absolutamente nada.
Otra cuestión que me hace extremadamente difícil asegurar que “La reina de las nieves” fue inspirado en Yuki Onna, es la variedad de versiones que existen sobre la personalidad de esta última, ya que en algunas partes dicen que Yuki Onna es un ser benigno que ayuda a las personas que quedan atrapadas en medio de alguna tormenta, en otras, se dice que Yuki Onna es un ser maligno feminazi secuestra-hombres que mata con besos de hielo, y en otra que nada más se encarga del clima y ya, que ella es la responsable de las tormentas de hielo y es todo, no está claro. Estudiar al personaje de Yuki Onna más a fondo podría ser muy interesante pero me requeriría otros recursos que no me pudo dar el lujo de gastar en estos momentos (sobre todo, el del tiempo).
Es precisamente, en las partes en las que se indica que Yuki Onna mata con besos, o con alientos fríos lo que me hace pensar que sí, que en efecto Andersen tomó algo de este personaje para crear a su reina helada, ya que en algún momento del cuento, cuando la reina “secuestra” a Kay (el niño, que se vuelve malo por otras razones que también requieren interpretación porque son complicaditas) y lo pongo entre comillas porque el niño estaba enamorado de ella y del frío y andaba muy contentito con ella, así que digamos que quizá la palabra “secuestro” pueda no ser la adecuada. La Reina lo besa dos veces, y le dice que si lo besa una tercera vez, lo matará, un rasgo que es atribuido a Yuki Onna.
Vean ustedes, no me gusta ya crear entradas muy largas porque son difíciles de leer, y el hablar del posible origen del personaje ya volvió la entrada muy larga.
Esto es solo el principio, “La reina de las nieves” tiene mucha tela de donde cortar. De entrada, tenemos algo que parece un hueco argumental, que no sé siquiera si lo sea o no. El Diablo crea un espejo (y Andersen dice que el Diablo es un duende, algo que también da para darle una revisada a esos conceptos, porque yo creo que es una cuestión de traducción) y ese espejo hace que las cosas bonitas reflejadas en él desaparezcan, resaltando, con mucho aumento, lo malo (quizá una crítica a la negatividad en las personas), dicho espejo se rompe cuando lo quieren llevar para que refleje a Dios (vea usted la casualidad) y los pedazos caen en la tierra, y si te caían a ti, ya te volvías automáticamente una persona muy amargada (haciendo la historia corta, yo creo a mí me cayeron varios).
Hay dos niños que son mejores amigos: Gerda y Kay. A Kay le cae uno de los pedazos del espejo (muy raro, le entra por el ojo y le llega al corazón, un caso digno del Dr. House) y pues a partir de ahí Kay se vuelve odioso y Gerda como estaba todavía muy pequeña y medio tontita lo sigue queriendo de amigo y lo sigue aguantando (Kay en realidad presenta signos de adolescencia, mientras Gerda sigue siendo muy inocente). He aquí el primer hueco argumental: Kay, al tener el pedazo de espejo en el corazón que lo vuelve amargado, supuestamente ve todo feo, y todo le caía gordo, y todo le molestaba, pero curiosamente no le pasaba con los cristales de hielo. Aunque Kay ya había expresado una fascinación por la Reina de las Nieves, ya que ella se le había aparecido en forma diminuta antes de que pasara lo del cristal, no hay una explicación sobre el porqué, a pesar de tener ya una predisposición a ver todo de forma negativa, su fascinación por el hielo y la Reina de las nieves continuaba.
Hasta aquí dejo esta primera parte, el cuento es largo y no fue hasta ahora, que es como la cuarta vez que lo leo, que me causó ruido algo; en la búsqueda de Gerda por Kay, ella platica con unas flores y las flores le cuentan unas historias que no son al azar, en una de ellas hay un significado oculto sobre algún país, o el movimiento del “panesvalismo” (algo por ahí en los colores que sé que estos autores no lo hacen por casualidad me dio la idea que se refería a una bandera o conjunto de banderas) y en otra podría haber una referencia al Vaticano, de nuevo, son suposiciones y el problema de interpretar estos cuentos a veces puede ser exagerar y ver cosas que en realidad no están ahí y me temo que quizá estoy cayendo en eso, pero hay ciertos detalles que me dicen que no estoy tan perdida, después explicaré la razón. Por el momento aquí le dejo, ya continuaré después.
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